martes, 28 de febrero de 2012

Querida mamá...

Cuando leas esta carta, ya me habré ido. Siento que haya pasado esto, que haya tenido que irme de este modo. Apuesto a que lo te lo esperabas, como siempre que lo único que hago en la vida es escapar de los problemas, sin afrontarlos ni solucionar las cosas.
Y sí, tienes razón, pero... ¿acaso huir no es otra oportunidad de intentar empezar de cero? ¿De intentar arreglar las cosas desde otro punto de vista? No espero que lo entiendas, tan sólo que lo respetes, como tú me enseñaste.

No quiero que te culpes, ni te enfades, ni que estés triste. Sécate las lágrimas y cierra los ojos, porque todo va a salir bien, todo se va a arreglar. Voy a ser mejor persona, o por lo menos, lo voy a intentar, porque sé que dentro de mí hay una niña corriendo hacia una chica madura que aún tengo que encontrar pero que al verlo lo único que consigo es asustarme y huir, y así una y otra vez. Pero noto que esto está cambiando.

Por ello, te pido que no me busques, porque siempre te encontrare.

Con cariño.



Genoveva Nº20

miércoles, 8 de febrero de 2012

Si te gusta leer...

La Secretaria del Estado Cultural a lanzado un concurso en internet a favor de la lectura para los jóvenes, en el marco de Fomento del Plan de Lectura.
Este "concurso" va dirigido a todos los jóvenes de entre 14 y 18 años. La campaña lleva como lema: Si que te gusta leer (pero igual no lo sabes). En la siguiente página: http://www.siquetegustaleer.org/ podéis entrar para contestar una serie de preguntas para saber que tipo de libro son de tu estilo, y además entrar en un concurso para ganar un e-Reader.


Imágenes de la página:








martes, 7 de febrero de 2012

Anuncio regaboliz


Anuncio de Marina, Beatriz (Sánchez), Almudena y Marta Garrido.

Lo que nunca supe de ti.

Queridas angustias:

Te fuiste para no volver más. Me dejaste para librarme de mis inquietudes. Ya no soy la misma persona que la de haces unos años. Si me vieras ahora, no sabrías que decir. A decir verdad, si te recuerdo me entristezco. No te guardo odio, ni rencor. Ahora te entiendo con el paso de los años. Tú eras la tristeza personificada, la viva imagen de la desesperación, del no saber qué hacer. Te apoderabas de mí por las noches sin saber por qué, y el caso es que no eras una simple pesadilla. Aparecías sin avisar, y no te apiadabas de mí. Te tenía miedo y odio a la vez. Si me hubieras intentado matar, habría dado igual, estaba de un modo u otro muerta. Aquello no era vida, no poder sentir que eres tú misma, sentirte limitada. Tenías miedo sin saber por qué. El mundo es para los vivos, y yo en ese momento no lo estaba, era un ser extraño en un mundo donde la gente quería luchar y sobrevivir ante las dificultades humanas, cosa que yo en ese momento ignoraba. Me había dado por vencida, cosa que no volverá a pasar. A pesar de ello, guardas una mínima esperanza, sueñas con aquel día en el que tu vida pueda ser de varios colores, no solo negra. Me convertiste en un ser solitario, con miedo a qué decir, cargado de pesimismo, enfrentado con el mundo, y lo peor aún, con unos mismo. Vivimos en un mundo dominado por el egocentrismo, a la gente le da igual lo que puedas estar sintiendo en ese momento.

En in intento de desesperación corres como si el mundo se acabara, quieres desprenderte de todo aquello que hace no persona y que no deja vivir. Intentas ocultar esos sentimientos que hace que tu día a día sea un profundo abismo negro, que consume parte de tu vida y de tu ser. Por un momento te sientes bien, pero no te equivoques, la desesperación llama dos veces. Pero un buen día, miras atrás y no ves nada. Todo aquello se ha esfumado, se ha ido, te has muerto y has vuelto a renacer. Has intentado volver a mí, pero ya no te volveré a abrir la puerta. Ya no volverás a ver a la chiquilla triste que llora por los rincones de aquel mundo solitario, porque te olvidado. Soy una persona nueva, dispuesta a comerme el mundo. Ya no tengo miedo a nada, y lo mejor aún, a ti. El mundo está lleno de personas buenas, pero también malas; quizás haya demasiadas, peor eso para mí no es problema. Tú me enseñaste, en parte, a enfrentarme a ellos. Nunca sabré todo acerca de ti, ni por qué querías hacerme daño. Ahora que te has ido te comprendo un poco más.
A pesar de ello te digo adiós, adiós de todo corazón. Espero que tú también puedas desprenderte de todo lo que hiere, como yo lo hice, ya te deje a ti. La vida nos brinda oportunidades, aprovéchalas. Se despide una parte de ti antigua, porque te recuerdo que la chiquilla triste eras tú y no yo.

Marta Fernández-Yañez Nº11


lunes, 6 de febrero de 2012

Lo que nunca supe de ti.

Si por esas casualidades supieras lo que es vivir, si supieras lo que es sufrir, tal vez no pensarías igual. La vida no es para todos igual, unos sufrimos más que otros, y no a todos nos va igual de bien, igual de mal.

En la vida se sufre, se pasa mal, la vida también nos da alegrías, sorpresas...pero si supieras que lo más importante es tratar de vivir, de ser feliz. Se que no es fácil, pero nada es imposible; en la vida nos caemos muchas veces, pero así como caemos debemos saber levantarnos y seguir adelante. Todos sufrimos, por muchos motivos lloramos, pero si supieras valorar la vida... Es hermosa, como todo tiene sus cosas malas y sus cosas buenas, sus momento difíciles y sus momento inolvidables.
Nunca sabremos que nos depara el día siguiente. Si supieras que hay que reír siempre que queramos, que hay que llorar siempre que el momento lo pida...todo en la vida pasa por algo; si supieras que hay que aprovechar todo y cada uno de los momentos que la vida nos brinda, porque hoy está a nuestro alcance pero mañana no lo sabremos valorar. Estar en esta vida y dejarlo todo en ella.

Si supieras que hay que luchar por todos y cada uno de nuestros sueños...Todos tenemos el destino escrito. Vivir el día a día , intentar llevar cada día con la mejor de nuestras sonrisas, levantarnos con energía... Si supieras que la vida es solo una y en un momento la podemos dejar, la podemos perder; estoy segura que intentarías vivirla al máximo, sin perder la noción del tiempo, intentando no dejar nada atrás, cumpliendo con todas y cada una de tus obligaciones. Porque la vida nos ha dejado entrar en ella para darnos una oportunidad. El problema es que no lo sabes. Y si lo sabes no lo parece. Pero es algo que yo nunca sabré.

Sandra Gil Nº16



Sombreros Boris


Anuncio de Pablo Andrés, Imanol, Álvaro Brú y Álvaro Díez.